miércoles, 3 de marzo de 2010

LNB - Estudiantes BB 89 - Quimsa 91



De movida fue el visitante el que se encontró mejor plantado. Utilizando como primera opción su poste bajo, el elenco santiagueño rápidamente obtuvo rédito cuando Román González se plantó en la pintura. Pese a ello, la defensa fue el punto flojo de Quimsa, y por ello Estudiantes, un tanto atado en ese arranque, lo siguió de cerca. Con el correr de los minutos y a través del dueto Barrera-Amicucci, el dueño de casa logró contener los embates del juego interior rival, y ante un mal balance defensivo propuesto por su adversario, el albo llegó a la anotación a través del contraataque, lo que lo terminó de poner en sintonía con el partido.

Inmersos en la paridad, encarando la recta final del primer capítulo, ninguno de los dos logró hacerse daño. Si bien el cuadro de Santiago del Estero buscó inquietar con los rompimientos de Treise, los cuales suponían descarga, la escuadra estudiantil siempre anuló a sus posibles receptores y de allí que la táctica utilizada quedara sin efecto. Si bien no contó con el peso de White en ataque, y el juego perimetral estuvo supeditado a un segundo plano, el huésped se las rebuscó para cerrar el primer acto arriba por cinco, 23 a 18, aún con el intento del dueño de casa, de resguardar su cilindro en zona durante las últimas posesiones.

Nuevamente fue el visitante el que comenzó mejor parado el segmento. Firme sobre su canasto y corriendo cada vez que se le presentó la oportunidad, los dirigidos por Romano le modificaron la filosofía al trámite y salieron ganando. En total el bahiense estuvo más de tres minutos y medio sin convertir, y para ese entonces el de Santiago ya se encontraba a nueve (18-27). Era un momento de quiebre, pero el local logró sobrellevar el mal trago.

Realizando algunos ajustes en su defensa y siendo efectivo al momento de seleccionar sus lanzamientos, los de Richotti no tardaron más de dos minutos en ponerse a tiro nuevamente (24-27), hecho que derivó en los retornos al parquet de White y González, con Muruaga como base. El cotejo pasó a ser de los perimetrales, y en una seguidilla de triples, con un gran lapso de Robinson, el conjunto bonaerense pasó al frente 35-34 a 2:30.

Si bien Quimsa cerró con su base natural (Treise) y este le devolvió algo más de juego, el elenco tricolor no logró anotar; y en contra partida Robinson siguió pesando en una formación alba que lo puso de ala pivot, obligando a Tintorelli en la mayoría de los casos a salir a tomarlo muy lejos de la llave. Con un buen cuarto a nivel defensivo de Amicucci, el local se fue al descanso largo arriba, 28 a 34.

Con la vuelta de vestuarios el cotejo tuvo un trámite mucho más definido. En líneas generales, mientras Robinson fue el abanderado de la ofensiva local, González portó la lanza del ataque en el visitante. Romano probó con Ingratta como variante, pero el santiagueño no terminó de gravitar, y por ello quien reingresó fue Gómez.

Amicucci comenzó a tomar protagonismo en el aro de enfrente, y si bien pudo contener a Román, el interno de la selección nacional le sacó la tercera falta y por ese motivo Estudiantes necesitó mover su banco de relevos. Un intermitente Griffin volvió al ruedo, y si bien “Chuzo” encontró mayores libertades, la mano de Treise fue la que realmente hizo daño.

El dueño de casa probó con cuadra y uno sobre el base un par de ataques, y una vez que pudo controlar esa situación, los rompimientos hacia el canasto de Gil generaron otro foco de inquietud. A pesar de esas situación y de tener siempre a Quimsa pisándole los talones, Estudiantes no se mareó en el cierre y se metió a los últimos diez minutos arriba por dos, 67 a 65.

Justamente en ese último cuarto el equipo de Santiago del Estero encontró la mayor cantidad de variantes ofensivas en la noche, y con ellas en pleno uso, le dio un giro al partido. Si bien durante los primeros dos minutos los de Richotti continuaron comandando las acciones, poco a poco fue creciendo el visitante en base a su abanico de opciones en ataque, las cuales a la postre le entregaron la victoria.

Con Dionisio Gómez pesando más en la pintura, y Pablo Gil dándole una buena cuota desde el perímetro, la fusión no solo ganó en variantes, sino que además le entregó mayor aire a Treise y a González. Esto, acompañado de una defensa que fue dejando sin ideas al anfitrión, más las apariciones de White fueron la combinación perfecta para sacar cinco unidades de luz, de cara a los últimos minutos.

Como ocurrió el viernes pasado en Bahía Blanca, sí Estudiantes estuvo con vida hasta el final, fue por la falta de eficacia desde la línea de su adversario, al punto tal, que después estar ocho unidades arriba en esas últimas posesiones, Quimsa repuso debajo de su cilindro a falta de 3.2 con una brecha a favor de solo dos, la cual se mantendría hasta el sonido de la chicharra.

En esa última bola el albo no llegó a cortar, y si bien White erró una bandeja solo, el consumo de segundos alcanzó para bajarle la persiana al partido. Para el santiagueño esta victoria significó reencontrarse con el triunfo y meterse en la charla directa entre los de arriba; al tiempo que para el dueño de casa, fue la segunda derrota en esta condición en las últimas tres presentaciones.

Síntesis

Bahía Blanca Estudiantes (89): Pedro Franco 20, Timothy Jones 11, Michael Robinson 22, Gerardo Barrera 2 y Cristian Amicucci 16 (inicial); Jermaine Griffin 2, Lucas Faggiano 4, Leandro Cecchi 0 y Emiliano Agostino 12. DT: Marcelo Richotti.

Quimsa (91): Jonathan Treise 11, José Muruaga 11, Albert White 10, Dionisio Gómez 14 (X) y Román González 24 (inicial); Pablo Gil 15, Julio Mazzaro 3, Damián Tintorelli 0 y Bruno Ingratta 3. DT: Carlos Romano.

Parciales: 18 – 23 / 38 – 34 / 67 – 65.
Árbitros: Rodrigo – Martinetto.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.

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